20070508

Pautas cívicas: ASI SI

Hola amiguitos,

Hace muy poquito tiempo, tuve la placentera oportunidad de intentar ejercer de educador de todos vosotros - oh, mis queridos lectores - realizando un EJERCICIO DE CONCIENCIACIÓN con el mero propósito de advertir de las incorrectas formas de comportamiento que pueden conducir vuestras vidas al abismo de la desesperación y (por qué no) del pecado. Pues bien, el compromiso es deuda y aqui me encuentro escribiendo estas sosegadas líneas para aportar más riqueza educativa a vuestras abiertas e inquietas mentes hambrientas de información. Siguiendo con la indagación en el hacer de las pautas cívicas plausibles, os traigo con todo mi amor y una pequeña brizna de pasión nuevos ejemplos, que esta vez, nos ayudaran a conseguir las líneas de actuación que nos garanticen una vida social marcada por el respeto a nuestros semejantes y la consecución del sentimiento del honor añorado.

Para este nuevo experimento, en esta ocasión hemos contado con un más que acertado sujeto. En la siguiente fotografía podemos observar a un joven mozo digno de admiración que con su correcta vestimenta y su amplia sonrisa nos muestra a primera vista el respeto que muestra a su entorno. Fijándonos un poquito más detectaremos su impecable estilo al caminar y su pleno respeto a la señalización de la calzada pública. El prójimo vecino se empapará de tal envidiable actitud.


(pincha en la imagen para agrandarla)

Una nueva captura con nuestro admirado protagonista, nos muestra esta vez cómo el impecable modo social operante que ejercita nuestro voluntario, nos capacitará de ser receptores del mayor de los respetos y nos brindará las más loables reverencias. Obsérvese como la autoridad competente no duda en ningún momento en ceder el paso a nuestro alegre joven en una localización y en una situación donde no estan obligados a ejecutar tal favor; por supuesto debido al respeto y honradez que recepcionan en un intercambio de sentimientos respetuosamente otorgados.


(pincha en la imagen, venga va)

En fin, esperanzado a la par que enorgullecido, me emociono al contemplar la posiblidad de conseguir en mis fieles lectores la motivación para luchar por los valores que deben identificar plenamente al ser humano para la perfecta convivencia en nuestra sociedad.

Íntegramente vuestro, no encuentro adecuadas enunciaciones para despedirme.... chao